El Peregrino Benedicto pincha en Santiago

Decía Tom Hanks en esa maravillosa película llamada Forrest Gump algo tan obvio como que “Tonto es el que dice tonterías”. Por tanto mentiroso es el que dice mentiras…. Nuestra lengua es rica en adjetivos para calificar a una persona. Son varios los que se me vienen a la cabeza cuando veo, oigo o leo algo relacionado con Joseph Alois Ratzinger nombre del actual Papa antes de que adoptara el “nombre artístico” de Benedicto XVI. Para mí el adjetivo más benevolente que se me ocurre es el de jeta, expresión coloquial del llamado caradura. Si pienso en el Ratzinger miembro de las Juventudes Hitlerianas, testigo directo del exterminio judío en uno de sus campos de concentración, que justifica su pasividad con un cobarde “era muy difícil oponerse”, se me ocurre otros calificativos mas fuertes.
Resulta que coincidiendo con el año compostelano, viene Benedicto a España, según él “como peregrino”. ¡Hay que joderse!, ¡menudo peregrino!. No voy a pedir que un anciano de casi 80 años se recorra el camino de Santiago desde Roncesvalles, pero venir como ha venido a “tutiplén”, es simplemente un insulto hacia los peregrinos. Creo más adecuado, visitar Santiago como lo que es: máximo representante de la Iglesia Católica o simplemente como Jefe de Estado de ese país de opereta llamado Vaticano.
No sé el motivo por el que a muchas personalidades de la política, incluido Benedicto, les da por largar en los aviones. Supongo que se relajan y estando entre amigotes y periodistas de su misma cuerda como la insufrible Paloma Gómez Borrero, se les va la olla y sueltan perlas como las que ayer nos regaló el amigo Benedicto hablando de España y su camino al laicismo:
En España ha nacido un anticlericalismo, un secularismo fuerte y agresivo como vivimos en los años ‘30”. Luego, sin despeinarse dio una misa en Santiago de Compostela.
¿Cómo se puede tener tanta desfachatez y tan poca sensibilidad con un país cuyos mandatarios se han volcado en su visita? Un país que a pesar de la crisis se va a gastar con dinero de todos los españoles, católicos o no, 30 millones de Euros o lo que es lo mismo casi 2.400.000 de las antiguas pesetas ¡¡¡por cada minuto!!! Que dura su mini-gira española. Mientras que muchos miles de hogares españoles están pasando verdadera necesidad; un país con cerca de 5 millones de parados y todo ello para que lo vean unos escasos 7000 fieles, la mitad de ellos monjas y curas. Total un desastre sólo llegaron 300 de los 1200 autobuses que se esperaban. Un autentico disparate que da nuevos argumentos a los defensores del estado laico, entre los que me encuentro. Que pedimos que estos privilegios se acaben de una vez por todas y que las creencias religiosas de cualquier signo dejen de estar financiadas con dinero público.

TUSITALADECÁI